... y así está cambiando el mundo (IV)
... y para muestra, un buen puñado de gráficos y datos.
Ya han pasado muchos meses desde la última vez que publiqué un ‘… y así está cambiando el mundo’ pero prometo hacerlos con mayor frecuencia, que sé que os gustan este tipo de artículos.
Además, si me lo permitís y dadas las fechas, añadiré alguna que otra predicción sobre cosas que a lo mejor vemos este 2025 y que ayuden en ese ‘cambio’ en el futuro, y también algunos proyectos que se están beneficiando de estas tendencias.
Recordad que la información visual es una herramienta fantástica de aprendizaje y los gráficos ayudan de forma genial a procesar la información. También, en este caso, son una forma eficaz de ‘resumir’ cómo está nuestro entorno y nos invitan a querer saber más.
¿Empezamos?
La nueva carrera espacial.
En los 50 y los 60 del siglo pasado vivimos la llamada ‘carrera espacial’, una desenfrenada competición entre dos rivales de la Guerra Fría, la Unión Soviética y los Estados Unidos. La década de 2020 nos está regalando la carrera espacial 2.0, esta vez en torno a los lanzamientos espaciales. De repente, estamos poniendo un montón de cosas en el espacio. Pero un montón.
¿Por qué? Los costes de lanzamiento están cayendo en picado y, como consecuencia, estamos asistiendo a un aumento del interés de las empresas por el espacio. Y parece que estamos ante una categoría de inversión que se encuentra por debajo del radar de muchos inversores pero en la que deberían irse fijando. De hecho, hace unos días, una empresa llamada, casualmente, Inversion Space anunció su Serie A de 44 millones de dólares. Inversion utiliza el espacio como herramienta para la entrega de precisión. El anuncio:
Inversion utiliza el espacio como herramienta para alcanzar este viejo ‘santo grial’ de la logística, la entrega en cuestión de minutos, en cualquier lugar, con vehículos autónomos de reentrada que orbitan la Tierra y reentran a través de la atmósfera en un momento en los lugares más difíciles del planeta, con un coste total inferior al de las soluciones terrestres.
No podemos negar que el proyecto mola.
El espacio se está abriendo como una frontera, y hay un claro ‘why not?’ para las startups especializadas en este sector. Y el primer gráfico lo deja cristalino.
¿Qué significa tener éxito financiero?
En este caso me referiré únicamente a los Estados Unidos. España con la tasa de paro joven más alta de la UE (26,6%), con un gran porcentaje de familias que ingresan hasta 1.800 euros al mes considerándose clase media, y medios diciendo que si ingresas más de 3.500 euros mensuales eres rico, es para hacérnoslo mirar.
Volviendo al gráfico inicial, la Generación Z responde entre 3 y 6 veces más que cualquier otro grupo de edad, y existe una diferencia sorprendentemente marcada entre la Generación Z y los Millennials, la generación anterior. La Generación Z cree que hay que ganar ¡9 veces! el salario medio estadounidense para tener éxito económico. ¿Por qué?
Bueno, ya sabemos que la Generación Z es una generación nihilista, pero también sospecho que parte de ello es el resultado de las redes sociales y unos referentes que muchas veces… Y es que cuando estás expuesto a los ultra ricos y con vidas ultra lujosas, 24 horas al día, eso deforma tu forma de pensar. Estar al día de la vida de estos ‘personajes’ hace que ya no estés al día de tu realidad, del día a día de tu vecino, sino con el 1% más rico que retransmite su vida en Instagram. También influyen otros factores, como el coste de vida, la pandemia, la inflación… y el excesivo proteccionismo por parte de sus progenitores.
Lo que es aún más sorprendente, a pesar de estas altas expectativas, es que el 71% de la Generación Z afirma que espera alcanzar el éxito financiero, más que cualquier otro grupo de edad.
Es interesante pensar en el efecto dominó de este tipo de expectativas financieras. Es posible que más miembros de la Generación Z quieran ser creadores. Y según una encuesta reciente, el 48% de la Generación Z estadounidense están en ello. Esto debería impulsar negocios como Whop, una plataforma para vender productos digitales (piense: bots de zapatillas, comunidades en línea, proxies IP), así como los sospechosos habituales: Shopify, YouTube, etcétera.
Cada vez más miembros de la Generación Z, en los Estados Unidos, quieren también autonomía financiera y abrazan la ventaja de ser su propio jefe. Esto impulsa otras dos tendencias a lo largo de los años: el creciente número de empresas que se crean y el aumento del trabajo autónomo.
… justo lo contrario en nuestro país. Demonizar a los empresarios es lo que tiene y a eso sumadle eso del ‘trabajo de por vida’ y un salario medio un 25% superior al del sector privado. Y de lo del éxodo de jóvenes cualificados hablamos otro día. Una pena.
Terapeutas con IA. Una gran ayuda para la salud mental.
Mucho se habla de la salud mental, a veces como si fuese verdadera epidemia. Pues hablemos de ella en esta primera predicción, algo de lo que ya hablé hace meses y que con la llegada de los Agentes de IA podría explotar.
Mucha gente recurre ya a ‘terapeutas de IA’. Sí, ya lo sé, ¿no deberíamos ayudar a la gente a ver a humanos reales? Pues sí. Pero la cuestión es que la sanidad está como está y debemos actuar ya.
Mientras tanto, los terapeutas de IA pueden ser muy útiles. Fijaos, esto es lo que me dice el ‘Therapist' de Character cuando le hablo de estrés y ansiedad:
A muchas personas, y esto es lo importante, les puede ayudar mucho. Ya veremos los resultados. El resto es demagogia.
Estados Unidos vs. Europa.
Hace 25 años, cada gran empresa de los Estados Unidos tenía una equivalente en Europa.
Hoy, esos equivalentes de los Estados Unidos están en China. A Europa, ni se le ve, ni se le espera por burocracia, regulación, aversión a la innovación.
El plan Draghi presentado hace unos meses, lo dejó patente… y todo sigue igual. Una llamada urgente a reindustrializar y transformar la economía europea con la necesidad de una inversión de 800.000 millones anuales hasta 2030.
¿Otro ejemplo?
Claro, aquí tenéis una infografía de las empresas cotizadas cuyo valor en bolsa supera los 10.000 millones de dólares y que tengan menos de 50 años de edad. A la izquierda tenéis las de los Estados Unidos y a la derecha las europeas. Y sí, el tamaño del círculo indica su tamaño.
El renacimiento de ‘Lean Startup’.
¿Veremos a una empresa alcanzar los 25 millones de dólares de ingresos anuales con menos de 10 empleados y menos de 10 millones de inversión?
No soy el único que ha hecho una predicción por el estilo. Quizás sean 10 millones de ingresos y no 25. Quizás 5 empleados y no 10. Qué importa. El tiempo lo dirá. Lo verdaderamente importante es que eso de ‘menos es más’ se está haciendo realidad gracias a la tecnología y, en concreto, a la Inteligencia Artificial Generativa. Ésta nos permite hacer mucho más con menos. Y este gráfico que ya he compartido en más de una ocasión en X lo deja claro.
Sin duda es un buen momento para las empresas de creación. El coeficiente de disponibilidad de capital (la relación entre la demanda y la oferta de capital) sigue siendo alto. PitchBook publicó su Venture Monitor hace unos días y aquí están los últimos datos:
La fase seed rondando todavía por encima de 2x, el doble de donde estábamos hace un par de años.
Con menos capital, las empresas pueden hacer más con menos. Veremos más startups que optan por un pequeño pre-seed o seed para despegar, antes de perseguir un crecimiento más eficiente de capital a partir de entonces.
¿Música generativa?
Hace un mes, en una de mis charlas dije que hay 31 empresas tecnológicas estadounidenses con una capitalización bursátil superior a 100.000 millones de dólares, recordad uno de los gráficos de antes, pero solo hay UNA que haya sido fundada en los últimos 15 años: Uber, que tiene un valor en bolsa de 145.000 millones de dólares.
Pero, resulta que hay una empresa que se ha unido al club de las que superan los 100.000 millones de dólares, aunque se fundó un poco antes de nuestro límite de 15 años: Spotify, que cotizó por encima de los 100.000 millones de dólares por primera vez hace unas semanas.
La gran semana de Spotify viene de la mano de Spotify Wrapped, que sigue siendo una de las formas más inteligentes de marketing viral. Se trata de cifras de 2022, pero se calcula que el 50% de los usuarios de Spotify Wrapped comparten sus resultados en las redes sociales, lo que resulta muy sencillo gracias a la función de compartir con un solo clic, no son idiotas, lo que genera 300 millones de tuits e impulsa un aumento del 20% en el número de suscripciones a Spotify de una semana a otra. No está nada mal para una sola acción.
Lo más destacado de mi Wrapped de este año:
Es impresionante que Spotify haya valorado la música en más de 100.000 millones de dólares, dado lo poco monetizada que está: el impacto cultural de la música supera con creces su valor económico. Comparemos la música con los videojuegos: el mercado de los videojuegos mueve unos 200.000 millones de dólares, frente a los 30.000 millones de la música grabada, en gran parte debido a la existencia de mejores modelos de negocio.
Este es un gráfico de hace cinco años lo explica bien…
… y las conclusiones son claras:
El sector musical es muy, muy complicado y Spotify no se queda con gran parte de sus ingresos. Esta es una de las razones por las que se ha introducido agresivamente en otros formatos de audio, como podcast y audiolibros. Sus márgenes son mejores aquí, ya que la empresa no tiene que pagar la mayor parte de sus ingresos a las discográficas.
¿Y qué viene ahora para el sector? Pues música generada con IA.
Ya hemos visto cómo se disparaba el número de canciones subidas a Spotify, ahora cientos de millones al año. La IA generativa abrirá aún más estas compuertas.
Algo que ha sido interesante de ver: DeepMind, de Google, creó un generador de música artificial que imitaba a los artistas y cuyo nombre en clave era Orca. Al parecer, Orca funcionó tan bien que Google no pudo publicarlo por temor a acciones legales. Si tenemos en cuenta que la mayoría de las IA se entrenan con grandes cantidades de datos protegidos por derechos de autor, podemos hacernos una idea de por qué la IA genérica es un campo de minas legal para la música. Para Orca, Google colaboró con YouTube en los datos protegidos por derechos de autor.
Recordad lo que os dije el año pasado en ‘A vueltas con la IA Generativa y Barbie’:
Las canciones generadas por IA están arrasando en TikTok: puedes escuchar a Britney cantando ‘Part of Your World’ de La Sirenita, o a Los Beatles versionando ‘Watermelon Sugar’ de Harry Styles. Hace poco se hizo viral una canción de Drake totalmente nueva y sorprendentemente plausible generada por la IA.
¿Es éste el futuro de la música? Puedes imaginarte a un usuario seleccionando opciones de ‘Artista’ + ‘Género’ + ‘Estado de ánimo’ para generar una canción totalmente nueva.
Pues resulta que esto es básicamente lo que hace Orca: te permite seleccionar un artista, un género y escribir algunas letras. Al parecer, los resultados son asombrosos. Según fuentes internas, Google quería lanzar la herramienta, pero las discográficas básicamente dijeron: ‘Por encima de nuestros cadáveres’.
Pero algo así es inevitable. El gráfico de canciones creadas que os he puesto arriba explotará, y las canciones generadas acabarán superando a las ‘reales’. Esperemos que la inteligencia artificial genere la tecnología que finalmente reduzca la brecha entre el impacto cultural de la música y la captura de su valor económico.
El subidón de Shopify
Al consumidor estadounidense le va bien. Muy bien.
A pesar de la preocupación por la inflación el gasto de los consumidores sigue siendo fuerte. En el Black Friday de este año, el gasto en comercio electrónico en Estados Unidos aumentó un 14,6%.
Si echamos un vistazo al Valor Bruto de Mercancia de Shopify (GMV), una métrica que representa el valor total de los bienes y servicios vendidos a través de una plataforma en un período determinado, sin incluir descuentos, devoluciones ni impuestos, vemos que el crecimiento se ha vuelto a acelerar hasta niveles no vistos desde 2021.
Shopify ha crecido 5 veces en cinco años, y más de 10 veces desde el otoño de 2017. Su GMV se acerca a los 300.000 millones de dólares, más de un tercio del de Amazon. ¿Cómo repercutirá esto en el ecosistema de las startups? El comercio electrónico ha caído en desgracia en los últimos años, a pesar de grandes IPOs como Klaviyo, con una capitalización de mercado de 10.700 millones de dólares, e Instacart, con una capitalización de 10.800 millones, el año pasado. Pero el comercio sigue avanzando, y la penetración online sigue siendo de solo un 20%. Hay mucho camino que recorrer.
El comercio online es algo más que comprar toallas de papel, pañales y zapatos. Estamos viendo nuevas categorías de productos: por ejemplo, en Whop se pueden comprar sneakers bots (software automatizado utilizado para comprar zapatillas de edición limitada), proxies de IP (herramientas para mejorar la privacidad on line o para eludir las restricciones geográficas) y membresías de comunidades exclusivas. O puedes comprar en IKEA en su nueva tienda de Roblox.
Esto forma parte de una ‘economía de Internet’ más amplia que desplaza el gasto del mundo físico al digital y en el que uno se entrelaza con el otro: el mundo ‘phygital’.
¿Innovación? Nunca es suficiente.
El Índice Mundial de Innovación (GII) 2024, publicado por la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI), clasifica 133 economías en función de sus capacidades y resultados en materia de innovación. El informe de este año destaca los cambios en el liderazgo mundial de la innovación, con especial atención a las economías emergentes que desafían a los líderes tradicionales.
A la cabeza Suiza, Suecia, Estados Unidos, Singapur, UK y Corea del Sur. España, en el puesto 28º, necesita más inversión en I+D, mayor apoyo a startups y scaleups tecnológicas, crear un marco regulatorio adecuado y mejorar las relaciones público-privada, así como la colaboración universidad-empresa.
Un tema clave del ranking de este año son los países que superan las expectativas en innovación en relación con su nivel de desarrollo. Los tres primeros son India, Moldavia y Vietnam. Estas tres economías han obtenido mejores resultados en los últimos 14 años.
El Índice Mundial de Innovación 2024 también proporciona información sobre otros aspectos, como el progreso tecnológico, en el que podemos ver el avance de las tecnologías sostenibles que, por cierto, es inferior al crecimiento medio de la década. Un reto clave es reducir el consumo energético de los superordenadores y centros de datos; la adopción de tecnología, donde vemos que el 5G, la robótica y los vehículos eléctricos están experimentando un aumento de los niveles de penetración; y el impacto socioeconómico, y aquí el informe nos habla de un progreso desigual, en parte debido a la pasada pandemia. Por ejemplo, los niveles de pobreza son superiores a los registrados en 2018, mientras que la esperanza de vida se mantiene en los niveles de 2015.
Y dicho esto, vamos con las recomendaciones…
¿Un libro?
Gambling Man: The Wild Ride of Japan’s Masayoshi Son, de Lionel Barber.
La biografía de uno de los inversores más desconocidos pero más influyentes del mundo, el fundador de SoftBank. Su ascenso desde sus humildes comienzos en un barrio pobre de Corea hasta convertirse en uno de los inversores más audaces y exitosos del mundo.
Un personaje que asume riesgos difícilmente tolerables en sus inversiones por el común de los mortales, casi siempre apostando grandes sumas de dinero en empresas tecnológicas emergentes. Y claro, una estrategia que le ha generado éxitos espectaculares… y fracasos notables.
Pero no se queda ahí. El libro también analiza su visión a largo plazo y su capacidad para ver oportunidades donde otros no las ven gracias a la personalidad única de Son, a su estilo de liderazgo y capacidad de impacto en el mundo de los negocios en todo el mundo. Solo un dato: Masayoshi Son se considera a sí mismo más como un constructor de imperios que como un CEO tradicional. Ahí es nada.
¿Otro libro?
House of Huawei: the secret history of China’s most powerful company, de Eva Dou.
En la costa del sur de China, un excéntrico empresario pasó tres décadas construyendo sin pausa una oscura empresa de telecomunicaciones hasta convertirla en uno de los imperios tecnológicos más poderosos del mundo sin que casi nadie se diera cuenta. Todo cambió en diciembre de 2018, cuando la detención de Meng Wanzhou, hija femenino del fundador de Huawei Technologies, desencadenó un enfrentamiento internacional y que echó leña a la guerra comercial entre Estados Unidos y China y, de repente, situó a la misteriosa empresa en el punto de mira mundial.
La autora, reportera de tecnología del Washington Post, traza un extraordinario retrato del solitario fundador de Huawei, Ren Zhengfei, y de cómo construyó un imperio empresarial en expansión, cuyo auge los responsables políticos occidentales están cada vez más obsesionados por detener. Basado en amplias entrevistas y una minuciosa investigación de archivo, House of Huawei disecciona la red mundial de poder, dinero, influencia, vigilancia, derramamiento de sangre y gloria nacional que Huawei ayudó a construir y que también la ha atrapado.
Digno de una serie en Max… o Apple TV 😎.
¿Una reflexión?
El consejo de Warren Buffett a la directora de operaciones de Xerox, Anne Mulcahy, cuando ésta se encontraba al borde de la quiebra:
‘You're thinking the investors, bankers, and regulators are the people you need to survive. Put them aside and give priority to talking to your employees and your customers about what is wrong and what you have to do to fix it‘.
¿Otra reflexión?
‘Dentro de poco, parece que va a ser posible que cualquier persona apretando una tecla sepa enseguida quién es Velázquez, quién es Goya, quién es Cervantes, pero...'
Antonio Gala.
La reflexión os toca a vosotros…
’You can fail at what you don’t want. So you might as well take a chance on doing what you love'