Mis lecturas destacadas de 2024
'El que lee mucho y anda mucho ve mucho y sabe mucho'. Miguel de Cervantes
Ya tenemos la Navidad a la vuelta de la esquina, la de verdad. La de El Corte Inglés hace semanas que empezó, la de Vigo un poquito más y la de Venezuela… ¡en octubre! Pero como esto va de ser serios y de ser mejores, aprovecho estas fechas para compartir con vosotros las 10 lecturas que me han resultado más interesantes durante 2024. Un año en el que he leído mucho y muy bueno, así que la elección ha sido difícil y, seguramente, me deje algunas cosas muy buenas, y otras fantásticas que podéis encontrar en las recomendaciones finales que hago después de cada artículo que os envío. También hay algunas relecturas y algún libro que me han regalado, ¡gracias!, y que me ha sorprendido gratamente. Y sí, hagamos caso a Cervantes y leamos. Nada mejor para aprender, entender, dudar, ser críticos, compartir, progresar y avanzar… que ¡falta nos hace!
Espero, como siempre, que os resulten interesantes y, no dudéis en incluir alguna de ellas en vuestra carta a los Reyes Magos. Llegarán a tiempo. Seguro.
¿Empezamos?
Diarios, de Stefan Zweig.
Hace dos años que se publicó esta, hasta ese momento, inédita obra en castellano de Zweig y curiosamente la tengo desde su publicación… pero sin leer. Y no tengo un motivo, porque Zweig me encanta y me lo he leído prácticamente todo. Y hace unos menses me puse con ello y, como no, fantástico.
Este libro comprende unos treinta años de la vida del escritor y son un contrapunto a El mundo de ayer, su autobiografía. El libro, con escritos más rápidos y espontáneos, por eso son un diario, cuenta su día a día en París, Zurich, Viena…, su fascinación por Rio de Janeiro o Nueva York… y lo más importante, pone sobre la mesa su horror por la I Guerra Mundial y más adelante por la deriva antisemita que vivió Europa y el nacismo. Sus notas sobre esos momentos previos al estallido de todo, son tremendas. Ayuda a entender muchas cosas que estamos viendo o viviendo actualmente.
No os perdáis el prólogo de mi admirado Mauricio Wisenthal que, por cierto, es uno de los ‘culpables’ de que sea un ferviente lector de Zweig.
Etimologías para sobrevivir al caos: viaje al origen de 99 palabras, de Andrea Marcolongo.
Todo tiene un por qué y un origen, y las palabras, también. ¿Puede haber algo más bonito que entender el origen de las palabras que utilizamos en nuestro día a día? Entenderlas nos ayuda a elegirlas mejor, a transmitir mejor nuestro mensaje y a no caer en discursos vacíos que tan de moda están últimamente.
Un libro ameno, bien escrito, que cuando lo terminas hubieses deseado que fuese más largo. Podrás saber el origen de ‘leer’, de ‘beso’, de ‘confianza’… y de ‘libertad’ que, curiosamente, apenas ha variado su significado después de tantos siglos.
Viene muy bien, en un momento en el que hasta el lenguaje es atacado y manoseado al antojo de cada cual buscando que éste le beneficie, aprovechando el auge del populismo y el deterioro educativo.
Me acuerdo, de Joe Brainard.
Un libro excepcionalmente escrito y que es un fantástico regalo. Original al recorrer mil y una evocaciones empezando siempre por ‘me acuerdo’ pero que nunca cansan, que siempre activan algo en nuestro interior.
Paul Auster dijo que ‘los libros supuestamente importantes de nuestro tiempo serán olvidados uno tras otro, pero la pequeña y modesta joya de Joe Brainard perdurará’.
Nada más que añadir.
Dictadores: el culto a la personalidad en el siglo XX, de Frank Dikötter.
Un fantástico ensayo que analiza el culto al individuo y que empieza con una pregunta que no puedo dejar de compartir con vosotros: ‘¿Es más importante que te teman o que te amen?’
Spoiler: que te teman es importante. Que te adoren, es decisivo.
Y para muestra, la antigua Unión Soviética. Una población analfabeta que no entendía ninguno de los complejos postulados políticos del marxismo. No sabía ni leer ‘comunismo’, pero lo defendían a ultranza. ¿Cómo? Adorando a Stalin.
Millones de ciudadanos eran completamente analfabetos. No podían entender los complejos postulados políticos no sociológicos del marxismo. Ni siquiera podían leer la palabra comunismo. ¿Cómo pudieron ser acérrimos defensores de este régimen? Adorando a Stalin. Era su mesías a base de hambre, propaganda y terror.
Un libro de fácil comprensión, bien escrito, excelentemente documentado. Analiza, a través de ocho capítulos, los estilos de otros tantos dictadores: Mussolini, Hitler, Stalin, Mao, Kim Il-sung, Duvalier, Ceaușescu y Mengistu, además de mostrarnos conatos de dictaduras en otros lugares del mundo.
Una fantástica lectura que invita a un análisis crítico de los tiempos que estamos viviendo en los que robar el poder se antoja sencillo, sobre todo en democracias en las que se confunden garantías y libertades; derechos, responsabilidades y obligaciones; sensibilidades y pluralidad… y en donde sus ciudadanos, confiados por desconocimiento ni hacen crítica, ni ofrecen resistencia.
Por cierto, también de Dikötter os recomiendo también ‘China After Mao’.
La decadencia económica de los imperios, de Carlo M. Cipolla, John H. Elliott y Pierre Vilar.
Un excelente regalo, gracias Javier. Una reedición de un fantástico libro que nos habla sobre la decadencia de Roma, la Holanda del Siglo de Oro o el Imperio Español ente otros. Y no se queda en la superficie, sino que rasca de manera rigurosa en las causas, síntomas y efectos de esas decadencias… o diluciones de las que antaño fueron potencias.
Roma, de la que se ha escrito mucho, comienza durante el siglo IV a raíz de una profunda crisis económica aupada por una tremenda corrupción y un incremento desproporcionado del gasto, de los impuestos… y la guinda de la inflación. Una crisis económica que luego dio lugar a una crisis política. Sí, ya veis que eso de las ‘élites extractivas’ no es algo nuevo.
La introducción que hace Cipolla es brillante. En ella nos da una excelente visión sobre el auge y deterioro económico de los países y de donde podemos sacar potentes conclusiones: las causas son siempre internas; los imperios progresan siempre que su espíritu emprendedor, innovador y comercial es superior a su burocracia y gasto público; si el incremento de la masa monetaria sin respaldo de ahorro real para sufragar los gastos del estado crece de forma irreal por encima de las posibilidades de generación de riqueza ¿qué tenemos? inflación. Y esto, es letal. ¿Os suena?
Blood in the Machine: the origins of the rebellion against Big Tech, de Brian Merchant.
Es rara la semana que no vemos un nuevo libro sobre inteligencia artificial y cómo cambiará el mundo, nuestras vidas, el futuro y mucho más. Pero el libro más importante que hay que leer sobre el auge de la IA trata de una revolución tecnológica completamente distinta, y que se remonta a principios del siglo XIX.
Porque la historia más relevante sobre la tecnología moderna no comienza en Silicon Valley, sino hace doscientos años en la Inglaterra rural, cuando unos obreros conocidos como los luditas se sublevaron para no morir de hambre a manos de los propietarios de las fábricas, que utilizaban máquinas automatizadas para acabar con sus medios de vida.
Este libro, de Brian Merchant, columnista de tecnología de Los Angeles Times, es un relato enérgico y reflexivo del levantamiento ludita en respuesta a la Revolución Industrial, que traza paralelismo tras paralelismo con el presente.
Los luditas organizaron incursiones guerrilleras para destruir esas máquinas y se ganaron el apoyo de Lord Byron, enfurecieron al Príncipe Regente e inspiraron el nacimiento de la ciencia ficción. Esta lucha de clases, ya olvidada, puso de rodillas a la Inglaterra del siglo XIX.
Hoy, en pleno debate sobre si la IA pone en peligro millones de puestos de trabajo, los robots asaltarán las fábricas, ¿cómo cambiará nuestras vidas? ¿qué podemos / debemos hacer?
Imperios Digitales: la batalla global por la tecnología que marcará la geopolítica del futuro, de Anu Bradford.
Necesaria lectura para entender el entorno geopolítico actual y en el que el control de la tecnología es clave.
La batalla mundial entre las tres potencias digitales dominantes, Estados Unidos, China y la Unión Europea, se está intensificando. Los tres bloques se apresuran a regular las empresas tecnológicas, cada uno con una visión competitiva de la economía digital, al tiempo que intentan ampliar su esfera de influencia en el mundo digital.
En este libro, que podría considerarse como la segunda parte de El efecto Bruselas, mi querida Anu explora una rivalidad que configurará el mundo en las próximas décadas. Además, pone sobre la mesa las opciones a las que nos enfrentamos como sociedad e individuos, nos explica las fuerzas que influyen en esas decisiones y resalta las enormes implicaciones para todos los que utilizan tecnologías digitales. Realmente interesante.
La Europa de Dante, de Manuel Alejandro Rodríguez Peña.
Un recorrido por la Europa medieval de la mano de Dante a partir de las tres ciudades faro de la antigüedad: Atenas la sabiduría, Roma el poder y Jerusalén, la fe.
Es un ensayo que busca ensalzar las luces de esta época, caracterizada, en palabras del autor, ‘no solo por la fidelidad, la jerarquía y el honor, las abadías y catedrales, sino también por singulares hallazgos éticos, estéticos e intelectuales’.
Un viaje a la edad de oro de la Cristiandad medieval: el siglo XIII y la primera mitad del siglo XIV. Un periodo luminoso comparable a la Atenas de Pericles, la Florencia de los Medici o la Roma de Augusto. La gigantesca figura de Dante y de su obra inmortal nos ayudan a comprender mejor esa Europa floreciente del año 1300, en particular su compleja cosmovisión cultural, política y espiritual que integra el carácter aristocrático del feudalismo de raigambre germánica, la tradición clásica grecorromana y la ética y la espiritualidad cristianas
La ilusión del conocimiento: por qué nunca pensamos solos, de Steven Sloman y Philip Fernbach.
Una de mis relecturas. Otro buen regalo.
Un libro que cuestiona la idea de que los individuos poseen un conocimiento profundo de forma aislada. A través de investigaciones en psicología y ciencia cognitiva, los autores argumentan que el conocimiento humano depende fundamentalmente de la colaboración social. El libro destaca cómo nuestras mentes están diseñadas para trabajar en conjunto, subrayando la interdependencia intelectual como un elemento esencial tanto en la vida diaria como en el desarrollo de la sociedad.
Un concepto central es el de la distribución del conocimiento. Sloman y Fernbach explican que el conocimiento no reside en individuos, sino que está compartido entre los miembros de una comunidad. Este fenómeno hace que, aunque las personas tengan solo una comprensión superficial de muchos temas, puedan depender del saber colectivo para realizar tareas complejas. Un ejemplo es el uso del smartphone: la mayoría de los usuarios lo emplean sin entender su tecnología, confiando en el trabajo de ingenieros y desarrolladores. Asimismo, los autores exponen la ‘ilusión del conocimiento’, un sesgo cognitivo que lleva a las personas a creer que entienden en profundidad temas que apenas conocen superficialmente, gracias a la facilidad de acceso al conocimiento compartido.
El libro también aborda cómo estas dinámicas impactan áreas clave como la creatividad, la educación y la política. Los autores sostienen que la innovación surge de la colaboración, ya que los problemas complejos requieren combinar perspectivas diversas y conocimientos especializados, y de lo que ya hemos escrito por aquí en el pasado. Proponen que la educación debería enfocarse más en fomentar habilidades de colaboración y acceso al conocimiento, en lugar de depender exclusivamente de la memorización. En el ámbito político, subrayan la importancia de reconocer las limitaciones del conocimiento individual y de confiar en expertos y en el saber colectivo para tomar decisiones fundamentadas. The Knowledge Illusion nos invita a reflexionar sobre el valor de la interdependencia intelectual, ofreciendo herramientas para entender cómo mejorar la creatividad, la educación y la toma de decisiones en un mundo cada vez más conectado.
La moral animal: por qué somos como somos, de Robert Wright.
Alguien lo recomendó en un podcast hace unos meses, disculpad pero no recuerdo quién y, pese a tener ya unos años, en cuanto lo vi en una librería en uno de mis viajes, no lo dudé. Y, efectivamente ha sido un acierto.
Estamos ante un libro que examina cómo la evolución ha moldeado nuestra naturaleza y comportamiento moral, argumentando que nuestros instintos éticos, como la empatía o el sentido de justicia, son el resultado de la selección natural. A través de un enfoque evolutivo, Wright propone que comprender nuestras raíces biológicas nos permite entender mejor nuestras motivaciones y diseñar sociedades más alineadas con nuestra naturaleza. Desde la cooperación hasta el autoengaño, el autor analiza cómo estos rasgos han sido adaptativos para la supervivencia y el progreso humano.
Uno de los ejes principales del libro es cómo conceptos como el altruismo recíproco, ‘yo te ayudo, tú me ayudas’, y la selección sexual han influido en nuestras nociones de moralidad y en las diferencias de comportamiento entre hombres y mujeres. Aborda también el autoengaño como una estrategia evolutiva que refuerza nuestra capacidad de persuadir a otros de nuestras buenas intenciones. Asimismo, aunque reconoce el papel de la cultura en moldear el comportamiento humano, argumenta que esta está profundamente enraizada en predisposiciones evolutivas. Por ejemplo, nuestras ideas sobre fidelidad, atractivo o justicia tienen un fundamento biológico que la cultura adapta y amplifica.
Y termina con una reflexión sobre las implicaciones éticas de esta visión evolutiva de la moralidad y sugiere que entender nuestras predisposiciones naturales puede ayudarnos a superar impulsos poco deseables y fomentar aquellos que promueven la cooperación y el bienestar social. Sin negar la importancia de la elección individual o la influencia cultural, el autor aboga por usar este conocimiento para crear instituciones más justas y compasivas. Todo un desafío a reconsiderar la naturaleza humana desde una perspectiva científica, ofreciendo herramientas para construir un mundo más ético y alineado con nuestras raíces evolutivas.
Y ya que estamos, ¿qué libro me recomiendas tú?
Y, aunque quedan unos días, permitidme terminar pensando en voz alto, porque si asumimos que no hay esperanza, garantizamos que no la habrá, pero si por el contrario asumimos que hay una posibilidad de ser libres, de ser mejores, que existe la posibilidad de cambiar las cosas, entonces podremos contribuir a mejorar ‘nuestros munditos’. Toca elegir vuestra opción. Aprovechad estos días para pensarlo. Aprovechad 2025 para actuar.
Gracias por 2024, un gran año para mi, y mil perdones por todo aquello que, sin pretenderlo, haya podido hacer mal y molestaros. ¡Vamos a por el 25!
’Más libros, más libres’. Enrique Tierno Galván.
Gracias me quedo con varios para leer.