La bola de cristal está apagada o fuera de cobertura
Acertar lo que pasará en el futuro no es tarea fácil y en el ámbito tecnológico... mucho menos.
It's tough to make predictions, especially about the future. Yogi Berra.
Como no hace mucho ya hablé de mis predicciones en materia tecnológica para este 2023 y también puse sobre la mesa lo difícil que es acertar al hablar del futuro, vamos a mirar hacia atrás y recordar las peores predicciones tecnológicas y los motivos que las justifican.
Hay para todos los gustos y, lo más relevante es que fueron realizadas por algunas de las personas más cualificadas para ello. No, no hablo de Aramis Fuster, Rappel o Sandro Rey.
Venga, vamos con ello.
¡Qué gran invento, el teléfono!, en 1876.
‘Es un invento idiota. Un aparato desgarbado y poco práctico’.
Así fue el feedback que recibió Graham Bell cuando le quiso vender su patente a Western Union por 100.000 dólares.
Eso del teléfono era un experimento genial, pero su señal era débil y voces que parecían de ultratumba. Además necesitaba de una enorme inversión para desplegar las líneas. Una pena que el comité que evaluó el proyecto de Bell no tuvo en cuenta los posibles inventos complementarios que luego mejoraron la funcionalidad y la fiabilidad, como las centralitas, los circuitos metálicos…
Sobre los coches, en 1903.
’El automóvil es una moda, una novedad. Los caballos están aquí para quedarse’.
Esto se lo dijo, y se quedó tan ancho, el Presidente del Michigan Savings Bank a Horace Rackham, que era el abogado de Henry Ford. Además de esta perla, el presidente del banco rechazó una oferta para invertir en Ford Motor Co. cinco años antes de la salida al mercado del Modelo T.
¿Razones? El presidente del banco extrapolaba sus conocimientos sobre el mercado de las bicicletas. Justo antes de la famosa frase a Rackham, el Presidente del Banco le dijo: ‘¿Ves a toda esa gente en bicicleta paseando por el bulevar? No hay tantos como hace un año. La novedad está pasando; están perdiendo interés. Así ocurrirá con los automóviles’. Un visionario.
¿Ordenadores personales?, a mediados de los 70.
‘No hay ninguna razón por la que alguien quiera tener un ordenador en su casa’.
Pues si él lo dice… ¿y quién es él? Ken Olsen, fundador y CEO de Digital Equipment Corporation (DEC). Un fabricante, curiosamente, de ordenadores. Una empresa pionera en el sector, fundada en 1957 y adquirida en 1998 por Compaq.
¿Razones? La cita de Olsen es transmitida por David H. Ahl, un antiguo empleado de DEC que trabajó en un producto de informática doméstica para DEC. Al parecer, Olsen se negó a apoyar el desarrollo completo y su comercialización. Ahl no estaba contento con ello y, en 1980, contó la historia de Olsen en ‘Creative Computing’, una revista especializada.
Si lo de los ordenadores personales no lo veían, los dispositivos móviles… en 1992.
‘La idea de un 'comunicador personal inalámbrico’ en cada bolsillo es una quimera impulsada por la codicia’.
Esto lo dijo Andy Grove, CEO de Intel en la Mobile Conference de 1992.
Unas declaraciones que forman parte de un artículo en el New York Times titulado: ‘The Executive Computer; 'Mother of All Markets' or a 'Pipe Dream Driven by Greed'?’
No hay más contexto en torno a su cita, pero el resto del artículo habla de una aparente fiebre del oro por los dispositivos informáticos móviles. Sin embargo, la tecnología estaba muy poco desarrollada, todo eran rumores. Esta postura de 1992 está probablemente relacionada con el hecho de que Intel perdiera por completo la ola móvil en la era del iPhone… y de la que todavía no se ha repuesto.
Qué locura eso de Internet, os dejo dos predicciones. La primera de 1995.
‘Predigo que internet pronto se convertirá en una supernova espectacular y en 1996 se derrumbará catastróficamente’.
Pues el que lo dijo, de redes sabía un poquito: Robert Metcalfe, inventor de Ethernet, y lo escribió en ‘Infoworld Magazine’. Dijo además, que si su predicción era errónea, se comería sus propias palabras. En 1999, cuando quedó patente que su predicción era errónea, metió la columna que había escrito en una batidora y se "comió" sus palabras en la Conferencia WWW. Eso sí, antes de comerse el potingue con una cuchara, tranquilizó a todos los presente asegurándoles que la tinta no era tóxica.
En su defensa diré que Metcalfe aportó tres argumentos muy razonables:
· Los enlaces de datos de internet se sobrecargarían.
· El modelo de negocio basado en tarifas planas no aportaría suficiente dinero para financiar el gran crecimiento necesario.
· Los inversores no estarían dispuestos a soportar grandes pérdidas a largo plazo.
… y la segunda, en 1998.
‘El crecimiento de Internet se ralentizará drásticamente, al hacerse patente el fallo de la 'ley de Metcalfe': ¡la mayoría de la gente no tiene nada que decirse! En 2005, quedará claro que el impacto de Internet en la economía no ha sido mayor que el del fax’.
Paul Krugman, sí, Paul Krugman, ¡Premio Nobel de Economía! dijo esto en un artículo para ‘Red Hering’ titulado ‘Por qué la mayoría de la predicciones de los economistas son erróneas’.
Según Snopes, Krugman se hizo responsable de su metedura de pata diciendo: ‘Imagino que lo dije rápido, sin pensar. En aquel momento estaba centrado sobre todo en la crisis financiera asiática, y luego la confundí en mi memoria con el artículo del NYT. De todos modos, estaba claro que intentaba ser provocador, y me equivoqué. Nos pasa a todos’.
¿Escuchar música por suscripción?, en 2003.
‘El modelo de suscripción para comprar música está en quiebra. Creo que podrías poner a la venta el Second Coming en un modelo de suscripción y no tendría éxito’.
Pues esto lo dijo, ni más ni menos, que Steve Jobs en una entrevista en Rolling Stone.
El por qué de esta afirmación se basó en la forma en que los consumidores consumían audio hasta 2003: ‘compraron discos de 45, LP, casetes y CD. Van a querer comprar descargas’.
La idea de un servicio de música tipo ‘buffet libre’ era incongruente con la historia de la música. Además, los servicios de suscripción existentes, como MusicNet, PressPlay o Rhapsody, no eran tan buenos y no tenían catálogos completos.
y con todos ustedes… el iPhone. En 2007.
‘No hay ninguna posibilidad de que el iPhone consiga una cuota de mercado significativa. Ninguna posibilidad. Es un artículo subvencionado a 500 dólares. Puede que ganen mucho dinero. Pero si realmente echas un vistazo a los 1.300 millones de teléfonos que se venden, preferiría tener nuestro software en el 60% o 70% u 80% de ellos, que tener el 2% o 3%, que es lo que Apple podría conseguir’.
Steve Ballmer, CEO de Microsoft en unas declaraciones para USA Today. Un crack.
Dado que el iPhone es el mayor producto de consumo de la historia, con más de 2.000 millones de dispositivos vendidos y más de 1 billón de dólares en ventas... esta es, quizás, la peor predicción de la historia.
Según la CNBC, Ballmer dice que se equivocó con el iPhone porque no vio la innovación del modelo de negocio de Apple. Ballmer explicó que: ‘Ojalá hubiera pensado en el modelo de subvencionar teléfonos a través de los operadores. Y Apple innovó en el modelo de negocio para incorporarlo a la factura mensual del móvil’.
Sinceramente, Jobs jugó fuerte con la subvención de las operadoras telefónicas... así que quiero concederle a Ballmer un ‘mini perdón’. Jobs estaba tan metido en las relaciones con las operadoras que hubo un momento, durante el desarrollo del iPhone, que el equipo que se ocupaba de las negociaciones con las operadoras era tan grande como el equipo de desarrollo del software del teléfono, de hecho, la refutación aquí es que Microsoft podría haber subvencionado ¡a las operadoras!, ya que el acuerdo se estableció para los teléfonos de gama alta de Blackberry y Nokia.
Paradójicamente, Jobs no acertó en su predicción sobre el streaming de música porque no se percató de la innovación del modelo de negocio, a la gente le gusta la comodidad de la opción ‘todo lo que puedas comer’.
Algunos están en las nubes. Cloud Computing, en 2008.
‘La industria informática es la única que está más de moda que la moda femenina. A lo mejor soy idiota, pero no tengo ni idea de lo que habla nadie. ¿Qué es eso de ‘la nube’? Es un galimatías. Es una locura’.
Así de ancho se quedó Larry Ellison, Presidente de Oracle en la OracleWorld de 2008.
Ellison siempre ha sido muy polémico en sus declaraciones y en este caso, la nube era totalmente opuesta al negocio de bases de datos on-prem que Oracle había lanzado a mediados de la década de 1970. Una amenaza directa para el pan de cada día de Oracle. Sin embargo, tras años resistiéndose a la nube, Oracle ha reaccionado y por fin se está abriendo paso en el mercado.
¿Pero qué le pasa a esta gente?
‘Es difícil conseguir que un hombre entienda algo, cuando su salario depende de que no lo entienda’. Upton Sinclair.
Pues que la gente habla por hablar… o no. La primera conclusión que podemos sacar, es que los ejecutivos de las empresas se limitan a hacer declaraciones en consonancia con la forma en que sus empresas generan dinero. Si os fijáis, las predicciones que hemos visto, tienen mucho que ver con ‘hablar de su libro’: Ken Olsen, ¿qué iba a opinar sobre la informática personal si su empresa, DEC vendía ordenadores centrales?; Andy Grove sobre la informática móvil tenía el foco en lo que Intel dominaba: procesadores para PCs y centros de datos; Jobs sobre la música en streaming… pues acababa de lanzar iTunes y vendía canciones a 0,99 dólares; Steve Ballmer tenía el foco en sacar adelante los planes de Microsoft en el mundo de los móviles; y Larry Ellison es el amo y señor de Oracle, que era el líder en centros de datos on-prem.
Cuando tu negocio ya está arrasando, sigues haciendo lo que funciona. Pero ese enfoque miope te hace vulnerable o incapaz de responder a los cambios de la industria.
Otra de las conclusiones a las que podemos llegar es ganarse el derecho a hacer malas predicciones: estas predicciones son icónicas porque quienes las hicieron obviamente se pusieron en posición de pronosticar… y son quienes son.
Y por último, es imposible no quemarse en eso de la predicción: sólo tienes que aceptarlo. Al profesor Scott Galloway se le ridiculiza mucho por hacer predicciones que salen mal. Pero él dice que no hace predicciones para acertar, sino para aprender.
Como señala Byrne Hobart sobre la mala predicción de Krugman sobre Internet, el economista tenía en realidad un aviso muy importante en el mismo ensayo, y que todo el mundo ha obviado: ‘en algún momento de los próximos 20 años, quizá antes, habrá otra crisis de materias primas al estilo de los 70’. ¿Acertó? Pues, mirad: en los diez años posteriores a la predicción de Krugman, el NASDAQ cayó un 5%, y el petróleo subió un 848%.
Pero… lo hemos obviado. Se ve que es mucho más fácil que recordemos los errores de la gente que los aciertos. Sin embargo, si estamos dispuestos a recibir esas flechas, a veces pedradas, predecir cosas públicamente puede afinar nuestra forma de pensar.
Dicho todo esto, el presidente del banco de Michigan desaprovechó por completo la oportunidad de Ford. ¿Los caballos están aquí para quedarse? ¿De verdad? ¡Vamos, hombre!